Fabricación de precisión: la magnitud de la oportunidad

Norval Scott
17 de agosto de 2023
Fabricación de precisión: la magnitud de la oportunidad

La industria manufacturera es un sector bajo presión: por la inflación y el aumento de los costes de la energía y los materiales, y por la falta de trabajadores cualificados. Dentro de la industria, el mecanizado de precisión es un cuello de botella específico, ya que la dificultad de producir componentes a tiempo, según las normas y dentro del presupuesto inhibe la innovación e impide que el mundo fabrique lo que quiere, cuando quiere. 

En CloudNC, estamos desarrollando soluciones para esos problemas, empezando por nuestro nuevo software CAM Assist que acelera enormemente la rapidez con la que se puede programar una máquina CNC, lo que permite a las fábricas ser más eficientes y productivas. 

Se nos da bien identificar los problemas a los que se enfrentan los fabricantes, pero tal vez eso signifique que a veces somos culpables de ignorar el panorama general: ¿qué oportunidades representa el éxito tecnológico para el sector y sus productores? 

Esta es nuestra opinión, basada en algunas cifras aproximadas que hemos manejado en CloudNC como parte de nuestros esfuerzos por modelar el sector. 

Fabricación: situación actual

En primer lugar, el sector de la fabricación de precisión observable es enorme. Por lo que se sabe, cada año se producen en el mundo más de un billón de dólares en piezas y componentes. 

Si nos centramos en los detalles de esa enorme cifra, alrededor de 40.000 millones de dólares se gastan en pagar a personas que programan máquinas CNC, las minifábricas que se utilizan para fabricar piezas y componentes metálicos de alta calidad para cualquiera que los necesite.

Y, sin embargo, las fábricas que hacen funcionar esas máquinas no son todo lo eficientes que podrían ser. Con toda la miríada de bloqueos, obstáculos e ineficiencias a las que se enfrentan (desde la escasez de personal cualificado hasta los retos de presupuestar con precisión el trabajo y luego programarlo), ningún establecimiento es eficiente al 100%, y algunas fábricas ineficientes funcionan al 10% de su capacidad máxima teórica.

Aunque estas cifras son bastante aproximadas, lo que está claro es que hay mucha holgura en el sistema, y si se pudiera reducir, habría muchas posibilidades de mejorar. ¿Cómo podría ser?

Todo sobre 4X

Tomemos una fábrica "normal" -digamos, tres máquinas CNC- que funcione con los niveles de productividad estándar del sector. Según nuestras hipótesis básicas, esa fábrica normal podría operar con unos ingresos de 1 millón de dólares al año, con un beneficio de alrededor del 9%: o 90.000 dólares al año. 

Digamos que podemos solucionar todos los problemas de ineficacia de esa fábrica de la noche a la mañana. De repente, sus máquinas funcionan a pleno rendimiento, puede conseguir todo el personal que necesita para operarlas y es capaz de estimar y programar el trabajo con gran rapidez y eficacia.

Según nuestras mejores estimaciones, obtenidas analizando el sector y haciendo números, la solución conjunta de estos problemas generaría unos 350.000 dólares al año en ahorros y beneficios combinados para una fábrica media (de hecho, los beneficios se multiplicarían por 4). 

Ahora bien, somos muy conscientes de que esa mejora es puramente teórica: en realidad, ese salto adelante en el aumento de la eficiencia sería prácticamente imposible de conseguir, al menos en un solo paso. 

Aun así, la cifra ofrece una idea de hacia dónde podrían apuntar las ganancias tecnológicas para las fábricas con visión de futuro que sean capaces de llevar a cabo incluso una pequeña proporción de ellas: no sólo aumentos incrementales en el balance, sino verdaderos cambios graduales en eficiencia y rentabilidad. 

Corregir la brecha de producción

Si se extrapola cualquiera de estas ganancias a múltiples instalaciones, se obtiene un sector manufacturero mucho más productivo. Y eso es fundamental, porque la próxima brecha de producción plantea retos al funcionamiento de toda nuestra economía mundial. 

Si nos centramos en Estados Unidos, si correlacionamos las tendencias de diversas fuentes -como los datos del censo, el crecimiento económico y el número de personas que entran y salen de la población activa-, está claro que la industria manufacturera tiene un problema. Sencillamente, la demanda de piezas y componentes aumentará sustancialmente, pero no habrá trabajadores cualificados para hacer funcionar las máquinas que atiendan esa demanda

De hecho, según nuestras proyecciones, la "brecha de producción" entre la demanda prevista y la capacidad de la industria podría alcanzar los 500.000 millones de dólares en 2030. 

Se trata de una cifra astronómica -y, por supuesto, hipotética-, pero aunque sólo contenga los más mínimos granos de verdad, la dirección a seguir está clara: al ritmo actual, el sector manufacturero estadounidense tendrá dificultades para seguir el ritmo de la demanda. Eso significa que corre el riesgo de convertirse en un enorme bloqueador dentro de la economía nacional, impidiendo que otros sectores que dependen de piezas y componentes crezcan como podrían. 

Por eso el gobierno estadounidense da tanta prioridad a reforzar su industria nacional en estos momentos, y por eso las nuevas tecnologías también desempeñan un papel tan importante en la ecuación: sin ellas, la economía mundial corre el riesgo de ralentizarse o incluso estancarse. 

¿Y las buenas noticias? Creemos que los avances ya están aquí, sobre todo en forma de CAM Assist. Y las empresas con visión de futuro pueden hacerse con un trozo más grande de un enorme pastel de fabricación adoptándolos ahora y adelantándose a la competencia. 

¿Quiere saber más sobre nuestras soluciones? Póngase en contacto con nosotros para obtener más información sobre CAM Assisty cómo puede preparar su empresa para el futuro.